Valoración del presidente de SAB-Almendrave de los datos de balance de la última campaña de almendra, así como de los datos de perspectivas de campaña 2025/2026 difundidos por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Tras la publicación, por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, de los datos de balance de la última campaña de almendra, así como los datos de perspectivas de campaña 2025/2026, desde SAB-Almendrave mostramos nuestra satisfacción al comprobar la creciente producción de almendra en nuestro país. Así, en la campaña 2024/25, la producción de almendra en España alcanzó un récord histórico con 366.465 toneladas, lo que representa un incremento del 23,6% respecto a la campaña anterior y un 8,4% por encima de la media de los últimos cinco años. Aunque se registraron mejoras generales, algunas regiones del sur y este del país se vieron afectadas por la sequía, lo que limitó su rendimiento.
Disponer de una oferta sólida de almendra nacional es esencial para mantener la competitividad y seguridad de suministro de la industria transformadora española. Contar con producción propia garantiza calidad, trazabilidad, estabilidad en precios y menores riesgos frente a la volatilidad internacional, además de aportar un componente diferencial en sostenibilidad gracias a prácticas agrícolas eficientes y a una menor huella de carbono por proximidad entre origen y transformación. Además, una producción nacional fuerte impulsa la economía rural, fija población en territorios donde el almendro es un cultivo estratégico y refuerza el liderazgo exportador de España en el mercado global. Esto permite a nuestras empresas innovar, crear productos de alto valor añadido y consolidar la reputación de la almendra española como un referente de calidad y fiabilidad.
Aunque la producción nacional de almendra va a ser buena, la realidad es que el crecimiento de la demanda por parte de la industria española - turrones, pastelería, snacks, chocolatería, bebidas vegetales y otros productos con almendra - avanza a un ritmo muy superior al de la oferta interna. Hoy, la almendra española cubre aproximadamente la mitad de las necesidades del sector transformador. Esto significa que, incluso en campañas favorables, la disponibilidad nacional no es suficiente para abastecer de forma completa y estable a todas las empresas que dependen de esta materia prima.
Por ello, las importaciones seguirán siendo necesarias para garantizar el volumen, la continuidad y la diversidad de almendra que requiere la industria. España compite en mercados globales muy exigentes y necesita complementar su producción interna con almendra de otros orígenes para mantener su ritmo de fabricación, responder a picos de consumo y asegurar que no haya interrupciones en la cadena de suministro. Esta combinación, una producción nacional fuerte y un flujo de importaciones bien gestionado, es clave para sostener la competitividad y la capacidad exportadora del sector.
Comercio exterior y consumo en hogares
Por otro lado, nos alegra comprobar cómo la balanza comercial de la almendra en la campaña 2024/25 alcanzó un récord histórico, con un saldo positivo de 305,02 millones de euros, lo que representa un aumento del 58,2% respecto a la campaña anterior y un incremento del 109,8% frente a la media de los últimos cinco años. Las exportaciones de almendra también marcaron un máximo histórico, con un valor de 750 millones de euros y un volumen de 127.000 toneladas, lo que supone un crecimiento del 48,2% en valor y del 11,4% en volumen respecto al año anterior. Los principales destinos de exportación fueron los países de la Unión Europea, con 108.786 toneladas (+9,5% respecto al año anterior), seguido de los países fuera de la UE, con 18.105 toneladas (+23,5% respecto al año anterior). Por otro lado, las importaciones de almendra ascendieron a 445 millones de euros, con un volumen de 102.179 toneladas, destacando como principales orígenes Estados Unidos y Australia.
Como representantes de la industria exportadora de almendra, valoramos muy positivamente estos resultados, que confirman la creciente fortaleza y competitividad internacional del sector español. El récord histórico en la balanza comercial y en las exportaciones —tanto en valor como en volumen— demuestra que la almendra española es cada vez más demandada en los mercados globales por su calidad, trazabilidad y diferenciación. Además, el dinamismo de las ventas tanto dentro como fuera de la UE refleja la capacidad del sector para abrir nuevos mercados y consolidar posiciones estratégicas.
Frente a un entorno global muy competitivo, iniciativas como “Sustainable EU Almond” ayudan a posicionar nuestra producción como una opción de calidad, segura, trazable y ligada a prácticas agronómicas responsables. Además, fortalecen la percepción de la almendra europea como un producto con identidad propia, basado en métodos de cultivo que favorecen la biodiversidad, el uso eficiente de recursos y el desarrollo rural, atributos cada vez más valorados por consumidores, distribuidores e industria alimentaria. Este impulso reputacional es fundamental para abrir nuevos mercados, fidelizar a los actuales y sostener el ritmo exportador del sector a largo plazo.
Campañas como estas sirven además para consolidar el consumo de la almendra. Un consumo que, en el caso de los hogares españoles, mostró un crecimiento del 5,5% respecto al año anterior y un aumento del 25,4% frente a la media de los últimos cinco años durante la campaña 2024/25, consolidando su posición como uno de los frutos secos más demandados. Este incremento refleja una tendencia positiva en la preferencia de los consumidores por este producto, destacando su versatilidad y beneficios nutricionales. La almendra, en definitiva, sigue siendo un alimento clave en la dieta de los hogares, impulsada por su uso en diversas preparaciones y su creciente popularidad en el mercado nacional.