La almendra española
La producción está haciendo un gran esfuerzo de reconversión, intensificando las plantaciones, haciendo uso de variedades con rendimientos superiores y adecuándose a la oportunidad de mercado que se presenta, al estar en disposición de atender el constante incremento de la demanda de producto ecológico. Este tipo de producciones son diferentes a las de las explotaciones súper intensivas, procedentes de otros orígenes, posicionándonos así en estratos superiores de competitividad.
La mayor parte de las variedades de almendra española son de cáscara dura o muy dura, confiriendo al fruto gran protección frente a agresiones externas (insectos, climatología, plaguicidas).